Declaración de Fé

FARO DEL CARIBE es un ministerio cristiano evangélico de carácter inter-denominacional y se aferra a las convicciones doctrinales que surjan de un entendimiento adecuado de las Sagradas Escrituras y que se han plasmado en varios documentos llamados Declaración de Fe que contienen los principios básicos doctrinales  de la fe cristiana evangélica como la siguiente:

A)     Creemos en la inspiración divina de los 66 libros canónicos de las Sagradas Escrituras judeo-cristianas. Ellas consti­tuyen la autoridad suprema final de la doctrina, fe y conducta del pueblo de Dios y por ellas puede y debe ser juzgada toda eventual enseñanza, revelación, actitud o corriente filosófica, ética- moral. (Exodo 20:1-17; Jos. 1:8; Is. 8:20; II Tim. 3:15-17; Mt. 22:29; Jn. 5:39).

B)      Creemos en un solo Dios eternamente existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Creador de todas las cosas tanto visibles como invisibles, y Creador del ser humano, mediante su amor, sabiduría, Palabra y poder. (Gn.1: 1; Deut. 6:4; Is. 44:6; Jn.1:1; Mt.28:19; lI Cor.13:14; He.1:8-10; 1Jn. 5:20).

C)      Creemos en la deidad de nuestro Señor Jesucristo y en su real encarnación mediante la concepción virginal de María por obra del Espíritu Santo.  (Jn. 1:1; He. 1:8-10; 1Jn. 5:20; Mt.1:18-25; 1Jn. 4:2-3).

D)      Creemos  en  la  obra  de  nuestro Señor Jesucristo, su  vida  sin pecado, su ejemplo, su enseñanza y   sus milagros. Creemos que sus padecimientos, muerte   en   la   cruz, derrama­miento de su preciosa sangre y   su   resu­rrección  corporal,   fueron absolutamente   necesarios   para    la salvación de los seres humanos, por lo cual Dios lo ha establecido como único y   suficiente   medio  de  redención  al alcance de la humanidad (ls. 52:13-53; Mt.1:21; 26:28; Lc.11:46; Hch.3:13-15; 4:12; ITim.1:15; 2:5; 3:16; He. 7:22-28; 9:28; 1:3; Rom. 8:34; Hch. 1:11; Apoc. 22:12).

E)      Creemos que nuestro Señor Jesucristo regresará en forma física y visible con poder y gran gloria, arrebatará a su pueblo fiel, y con todos los poderes que como Señor le corresponden consumará su reino. El ha dado señales de su inconfundible venida pues todo ojo le verá. Esta segunda aparición de nuestro Señor es la esperanza suprema del pueblo de Dios. (Mt.24:29,44; Hch.1:9-11; 1 Cor15:23-28; 1Tes. 4:13-18; He. 9:27-28; Apoc. 1:7; 22:12, 20).

F)      Creemos en el Espíritu Santo, vicario de nuestro Señor Jesucristo, en su obra regene­radora e iluminadora del ser humano, capa­citándole para servir a Dios, a la Iglesia y al prójimo. (Jn.15:26; 16:7-8; 20:22; Lc.3:16; 24:49; Hch. 1:8; 2:14; Rom. 8:9).

G) Creemos que por la desobediencia de la primera pareja de seres humanos Adán y Eva, el pecado entró a toda la humanidad y por ello toda persona está espiritualmente muerta, bajo el poder del pecado. Es incapaz de salvarse a sí misma y está expuesta a la condenación eterna. Creemos que solo puede ser salvada mediante el conocimiento del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, del arrepentimiento de sus pecados, y de poner su fe en la obra expiatoria de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del Calvario.  A la vez que, la persona experimenta el nuevo nacimiento por el poder del Espíritu Santo para una vida transformada y para obedecer a la voluntad divina. (Gn. 3:1-24;  Sal. 51:5;   Rom. 1:18-32; 3:9-20; 21-26; 29-30; He.8:6-13; 10:10-23:11 Con 5:17: Rom. 12:1­12).

H) Creemos en la Santa Iglesia Universal formada por todos aquellos que en virtud de su arrepentimiento y fe en Jesucristo, y el bautismo por el Espíritu Santo, han sido redimidos y unidos al Cuerpo de Cristo en todo tiempo y lugar teniendo como Cabeza a Jesucristo mismo. Creemos que ésta Iglesia se manifiesta visiblemente por medio de congregaciones locales. Creemos en la unidad de los creyentes en Jesucristo la cual puede y debe expresarse en adoración, comunión, capacitación, testimonio y servicio conjunto. (Mt. 6:18; Ef 1:22-23; 4:1-6; 5:24-27;  Col. 1:18;   1Cor. 3:11; 4:17).

I)        Creemos que la Iglesia ha sido puesta por Dios para que, mediante el poder del Espíritu Santo, sea fiel testigo de su Palabra, amor y de su Evangelio, llevándolo a toda persona hasta lo último de la tierra y hasta el regreso de nuestro Señor Jesucristo. (Mt. 28:18-20; Mr.16:15-16; Lc.24:45-49;  Jn.20:21-23;  Hch. 1:7-8).

J)       Creemos que la Iglesia debe buscar, en fidelidad a las Escrituras, toda forma de testimonio y de servicio, así como también cada cristiano debe expresar su fe por las virtudes del amor, la verdad, la honradez, la paz, el trabajo dedicado, la pureza, la amabilidad, la justicia y las buenas obras (Rom.12:13-14;18-21; Ef 2:10; Filp.1:11;4:8; 1Ped.3:8-16.)

K)      Creemos en la separación de la Iglesia y el Estado pues ambos tienen funciones propias y diferentes dadas por Dios. Respeta a los símbolos patrios, a las autoridades civiles, y ora por éstas, pero en su fe, gobierno, testimonio y acción, actúa en modo independiente, y en casos conflic­tivos, su obediencia final será guiada por las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y su fidelidad al Señor. Se reconoce el derecho que le asiste individualmente al cristiano de tomar parte responsablemente en actividades para el bien común y la política. (Mt. 22:17-21; Jn. 19:10-11; Hch. 4:17-20; Rom. 13:1-8; 1 Tim. 2:1-2;  1 Ped. 2:17). (Tomado de la Declaración de los Principios doctrinales de la Federación Alianza Evangélica Costarricense)